miércoles, 2 de abril de 2008

Los tópicos de control social (algunos alcances psicoanalíticos)



"Los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad"
Sigmund Freud

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Desde la aparición del hombre se ha tratado de reprimir al peligroso "ello" de los posibles acometimientos reales o ficticios sobre el yo, sobre la realidad del sujeto. Para lo cual, la sociedad ha fantaseado algunos posibles mecanismos para ejercitar tal cuadriculamiento, valiéndose de normas (super yo) con distintos matices: Morales, éticos, etc. De tal manera que el sujeto encaje en una normalización mayoritariamente aceptada por los cánones sociales, sin causar posibles desajustes al régimen establecido.

Uno de esos mecanismos de control está centralizado por la formación del super yo (de tres a seis años de edad) que casi siempre, aunque no completamente, se vincula con un contenido religioso.
Y, por qué religioso. Porque el SUPER YO se construye a partir de NEGACIONES, y las negaciones o prohibiciones están explícita o implicitamente dentro de una norma.
Y, desde luego, la fuente primaria de negaciones es la religión (religión, no en sentido recto del término, sino en un sentido eclesiástico)

Entonces, ¿es la religión la principal responsable de la internalización de valores o principios supuestamente beneficiosos para la sociedad?
Al parecer, en el nacimiento de la sociedad se ha tenido que recurrir a todo tipo de artilugios para poder someter al "animal humano", que provisto de una energía psicológica desmesurada acompañada del aspecto físico, representaba una amenaza real o potencial para la convivencia.

Para darle una salida benefactora, así la religión se presentó como la salvadora a los posibles avatares del instinto humano, es decir del ello.
Se alude a la "religión" en sentido general, pero la más significativa para la cultura occidental está dada por la Iglesia Católica. Es ella la fundamental, en el proceso de socialización, para instaurar modelos de comportamientos que en el desarrollo humano se van entronizando como "paradigmáticos".

Así, sin beneficio de inventario, se prolifera supuestos principios que aniquilan dramáticamente la creatividad del hombre en la búsqueda de soluciones a los problemas.
Si esto es así, queda referirnos qué elementos están comprometidos en esta palpable dogmatización del cerebro humano.

Bueno, en el desarrollo humano post natal cobra una importancia decisiva la internalización de los valores, las prohibiciones. Y, para nadie es un secreto que aquel ensimismamiento ocurre en el tránsito de la infancia a la niñez, es decir, cuando el hombre abandona la naturaleza (aunque no por completo) para convertirse en un ser simbólico, en un hombre de la cultura.

Los primeros símbolos son las letras que colocadas una detrás de otras forman palabras para tener un sentido un orden, un mandato. Y, las primeras frases se relacionan típicamente con el contenido religioso. El niño no pregunta de su beneficio, sólo que quien lo imparte lo asume como "bueno", como "normal". En esa medida es el niño parte de un vasallo, de un rebaño que cuenta con un pastor: el profesor de religión.

Este mecanismo, muy sutil, desde luego; aniquila todo germen de investigación, de creación, de evolución; porque coloca al niño como un ente pasivo y no activo del conocimiento. Porque si todo ya está dado, entonces, no queda nada para poder descubrir. Si ya está instalada la verdad sobre la existencia de un Dios, entonces, la duda (aquella materia prima riquisima para el investigador) estaría relegada a un segundo plano. Y, es posible que el exceso de duda sobre los fundamentos católico cristianos desemboquen en la creencia del pecado.

En un escenario así, es fácil concluir que los países más atrasados de la tierra tienen una fuerte base religiosa fundamentalista que los coloca dentro del feudalismo medieval proscrito.
http://waldis-postmodernidad.blogspot.com/2010/06/yo-super-yo-ello-la-triada-de-la-vida.html

2 comentarios:

jorge dijo...

Para gente que se interesa sobre asuntos psicoanalíticos nos es muy relevante que usted Señor Waldis se interese por descubrir cada día más la perspectiva profunda del Psicoanalísis. Por eso sería muy agradable que siguiera publicando artículos de esa estirpe para comprobar que la doctrina psicoanalítica es muy certera a la hora de emanar respuestas observando comportamientos. Esperando la culminación de su actual artículo. J.A.C.C.

waldis ayamamani torres dijo...

Gracias estimado Jorgito, tratándose de ti, cualquier comentario es bienvenido.